Luego de haber ganado una beca por su destacado desempeño como estudiantes, Xiomara y Valentina eligieron venir a Argentina y adentrarse en la experiencia de nuestra organización.

Las compañeras están capacitadas para desempeñarse profesionalmente interlocutando, desarrollando funciones vinculadas con la coordinación, gestión y operativización de proyectos concernientes al desarrollo de comunidades territoriales. Como parte del último trabajo de la carrera, realizaron, de manera participativa, una actividad de diagnóstico sociocultural de la comunidad, priorizando los problemas y necesidades detectadas y definiendo potenciales campos de acción.

 

Según explican, su trabajo de investigación, que fue constantemente monitoreado por su universidad, consistió en formular y ejecutar un proyecto al cual le dieron el título de Priorización y justipreciación de la Olla popular de San Lorenzo de Wilde, que viene realizándose, con un gran esfuerzo colectivo, desde hace casi 3 años. Realizaron una lectura territorial y efectuaron un cuestionario que giró sobre temas familiares, de vivienda, económicos, educativos y laborales. 

El producto del estudio y la investigación, que “habló sobre el contexto, la metodología, los resultados”, fue un trabajo entregado tanto a la universidad como a la cooperativa.

 

Tal como explica Bedoya, a modo de balance personal luego de la experiencia: “El proceso que hicimos en la cooperativa fue muy bello. Desde el primer día nos sentimos acogidas como unas más de las trabajadoras, como si nos conocieran desde siempre  Recibimos apoyo de toda la cooperativa que siempre estuvo pendiente de nosotras. Las señoras de la olla, a la cual le agradecemos, Mario Barrios,Diego Ledesma, todos los de la oficina, los de comunicaciones, los del pañol… Todas las personas siempre tuvieron un constante apoyo con nosotras. Siempre hubo una muestra de gratitud, de solidaridad, de recibirnos bien, para que nos sintieramos bien. Y eso también ayudó a que nuestro trabajo se desarrollara con amor, de la mejor manera y que en estos 2 meses siempre nos sintiéramos felices de venir a trabajar a la cooperativa”.

 

A su vez, Bedoya agrega: «Creo que la nostalgia va a llegar porque yo me llevo una familia, me llevo muchas cosas, muchos recuerdos en mi mente y que espero algún día volver. Es muy gratificante sentirte parte de algo que al inicio no lo sentías como tuyo. 

Es llegar y que te acojan y que te pregunten cómo es tu país, cuál es la gastronomía de tu país, cómo funciona. Es lindo. De igual forma también los estamos haciendo parte a ustedes de nosotros, que puedan saber quienes somos, de donde venimos, quien es nuestra familia en Colombia, que sepan que si en algún momento quieren venir a nuestro país, nosotras podemos hacerles un tour, un recorrido. De igual forma vamos a estar siempre ahí. La

La intención es, en un par de años, volver. Saber cómo sigue el proceso. Volver a ser parte de esta familia… Y yo creo que donde lleguemos a trabajar en Colombia, hay mucho que aportar a una empresa, porque opera de una manera totalmente diferente. Y el individualismo y la rivalidad que se ve en nuestro país es triste”.

 

Antes de despedirse, Xiomara y Valentina agradecieron a todos los compañeros y compañeras de la organización.  «Agradecemos una vez más a toda la UST en general por hacer parte a estas colombianas de la Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores”, concluyeron.